Impacto de la tecnología informática en nuestra
forma de vida
De un tiempo a esta parte, la
aparición de las tecnologías informáticas, internet y otros avances se han
extendido por todos los ámbitos de la vida, revolucionando así nuestra forma de
ver la realidad, de compartirla e incluso de interactuar con ella. Cualquier
reflexión o descripción que se haga al
respecto de este tema resultará por necesidad parcial e insatisfactoria, pues el gigante de
internet abarca tantos ámbitos y ha revolucionado tan profundamente
nuestra vida que resulta imposible abarcarla toda en una simple reflexión.
Y en eso precisamente consiste la
magia de internet. En ella, bajo un conveniente velo de anonimato, más leve de
lo que algunos piensan, cualquiera pueda dar a conocer su opinión, sus ideas y
contenidos, y cualquiera puede acceder a ellos. Irónicamente, este superávit de
información puede saturarnos, haciendo que perdamos el valioso sentido del
asombro. Pues es cierto que quizá, rodeados en la red por la calidez de nuestras
decenas de amigos, nos olvidamos de la soledad y el frío de nuestra vida real.
Y es que la llamada “paradoja web” (un término acuñado con el auge de las redes sociales para definir el paradójico hecho de que este tipo de redes tienen un efecto negativo sobre las relaciones sociales), ignorada por tantos y criticada por tantos
otros, es una realidad cada vez más patente en nuestras vidas, en una pregunta
que yo lanzo al aire, con la esperanza de que los oídos correctos la capten:
¿Es mejor tener veinte amigos de quienes conoces el nombre, o dos de los que
conoces todo?
Pero no sólo las relaciones se
han visto afectadas por la irrupción de internet en nuestras vidas. La posibilidad
de la transmisión vía internet de datos como, por ejemplo, una solicitud de
compra, han hecho fortunas, al igual que la posibilidad de crear virus que
roben información o la de crear antivirus de pago que, en una suerte
de extorsión, debes contratar para proteger tu ordenador de posibles amenazas
virtuales. Otros enormes impactos en el mundo de la economía han sido la
posibilidad de pagar e incluso trabajar a través de internet, una opción esta
última que no termina de abrirse paso en el mundo laboral todavía, pero que en
ciertos países del norte de Europa está empezando a cobrar importancia.
Otra gran ventaja de la compra a través de
internet, es que deja de ser necesaria la explicación
detallada del producto y sus usos, puesto que los posibles compradores pueden obtener
dicha información por medio de una simple búsqueda en su navegador. Otros
negocios, como Ebay y sus semejantes, se aprovechan de la universalidad de
internet para adquirir cualquier tipo de objeto y ponerlo a la venta en una
subasta online, enviándolo a continuación al cliente, eso sí, con los correspondientes
gastos de envío.
Absolutamente todo aparato que
recopile información es hoy en día susceptible de mandarla vía internet a su
destino, desde las cámaras de seguridad hasta los aparatos de medida en una
estación meteorológica. Y por lo tanto, lógicamente, los riesgos de que esta
información sea robada también aumentan. También han aumentado en número hasta casi la
totalidad las empresas y establecimientos que se anuncian en internet. Toda
esta cantidad de información puede llegar a abrumar al usuario, y ahí
precisamente es donde entran en juego otro tipo de negocios: los navegadores,
junto con las rémoras que acompañan a todo gran pez: las barras de búsqueda parásito.
Estas últimas son esas conocidas barras de búsqueda que un usuario
descarga junto con otro archivo inofensivo, y que aparecen en la página principal
de tu buscador bajo la forma de anuncios, spam en el correo electrónico o
navegadores de peor calidad que sustituyen al navegador predeterminado.
Hay muchos otros ejemplos de sectores
que proliferan al amparo de internet, como son las empresas de venta de
software, casi siempre localizadas en páginas online, y las webs de contenidos,
entre las cuales, por ejemplo, se encuentra la omnipresente YouTube, más
centrada en videos, y otras páginas de menor relevancia tales como Newgrounds,
ciertas redes sociales, y, por supuesto, Blogger. Estas son páginas que buscan
la libre circulación de contenidos de todo tipo, aportados y compartidos sin
casi ninguna restricción. Esto ha llevado a algunas personas a hacerse famosas
a través de estos medios, como son los bloggeros famosos y los youtubers, gente
que acapara millones de fans y suscripciones en un fenómeno que habría sido a
todas luces imposible sin la concurrencia de Internet.
En resumen, Internet y la
informática se han introducido profundamente en nuestras vidas, eso es un
hecho, pero aún debemos ser nosotros quienes decidamos si se trata de un cambio
a mejor o a peor. Internet, en última instancia, puede condenar a la
humanidad o conducirla a su mayor gloria. De nosotros depende cuál de estos
caminos siga.
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