domingo, 14 de junio de 2015

PROBLEMAS RELACIONADOS CON INTERNET Y LOS ORDENADORES.



Una de las mayores ventajas de Internet es el amplio abanico de información que ofrece, prácticamente en todos los campos del saber, y además, una información a la que puede accederse de una manera (en general, aunque no siempre) rápida y sencilla.
Y es que, dado que Internet ha evolucionado de ser una herramienta en investigación en algunas universidades a estar extendido por prácticamente todo el globo y en la gran mayoría de los hogares de clase media, la información presente en la red ha aumentado de una manera similar, aunque, en realidad,  se ha incrementado mucho más velozmente y ha alcanzado niveles mucho más altos en cuanto a cantidad se refiere.


Sin embargo, una parte importante de esta información es errónea, inútil, parcialmente falsa o incompleta, lo que implica que la red está sobresaturada. Esto se debe, por una parte, a la posibilidad del anonimato, a la facilidad para acceder a la información y a la posibilidad de modificarla sin apenas control y sabiéndose seguro por la inmunidad que puede ofrecer el uso de las nuevas tecnologías. Esto provoca, entre otras cosas, que la búsqueda y clasificación de información se vea enormemente dificultada y que requiera sofisticados procesos de criba y selección. Algunos de estos procedimientos de búsqueda los proporcionan los buscadores, como Google, Mozilla, Safari, Bing, Yahoo!, por ejemplo. El problema, es que estos buscadores que facilitan el acceso a la información pueden crearse de manera que en las búsquedas se favorezcan determinadas fuentes de información o que se promocionen productos de la empresa que crea o patrocina el buscador, por ejemplo, haciendo que en la página de los resultados de la búsqueda aparezcan estas páginas o productos en las primeras posiciones de la lista.


 Además, a veces, es difícil comprobar y contrastar la información para averiguar si es correcta o errónea.
Internet es, en parte por esto, un canal a través del cual se puede manipular la opinión, ya que, en algunas materias, si el usuario no es precisamente entendido (aunque sea un poco) y no contrasta la información que busca y encuentra, puede ser engañado.
Es por esto por lo que, si no se conoce un tema, es recomendable contrastar la información obtenida en Internet con la obtenida por otros medios (libros, prensa, ...) o, al menos, con la disponible en otras páginas web.

Por otra parte, Internet se ha convertido en una nueva área de acción para delinquir. Principalmente aparecen problemas de robo, suplantación de la identidad e invasión de la intimidad.
Esto es lo que se conoce como ciberdelincuencia , aunque en este término se incluye en realidad cualquier delito que implique o conlleve el uso de las nuevas tecnologías.
Los delitos informáticos más comunes se clasifican en:

Spam:
Usado por empresas para hacerse publicidad, consiste en correos de texto o imagen enviados a las listas de correos que, de alguna manera, ya sea por un uso anterior del usuario del correo de algún servicio virtual ofrecido por la empresa o a través de redes sociales, la empresa ha recopilado en sus bases de datos.
El spam legal debe permitir la opción de darse de baja en las listas de correos de las empresas que lo envían o la opción de que se descarten automáticamente en la bandeja específica, de forma que no interfiera en el uso cómodo del servidor de correo electrónico.

Fraude:

Los fraudes más difíciles de detectar son aquellos en los que, conociendo el atacante las redes y los métodos de seguridad de una empresa, se infiltra en el sistema, accediendo directamente a los códigos y sustrayendo, eliminando, manipulando o generando datos.
Otros fraudes son aquellos en los que se manipula el código de un programa preexistente, con lo que al ejecutar el programa, se realiza una acción que el usuario no se espera y que puede atacar sus datos, sus archivos o incluso su ordenador.

También se considera fraude el manipular instrucciones informáticas de un proceso para que los datos de salida se modifiquen o lleguen a un destino distinto del que les correspondería.
El último caso de fraude que vamos a contemplar consiste en alterar el funcionamiento de un aparato informático, normalmente un cajero, para que, mediante modificaciones imperceptibles, se transfiera capital de una cuenta a otra. Esto se basa muchas veces en que el programa no diferencia ciertas secuencias de cifras al transcribirse a código, por lo que estas lagunas pueden aprovecharse para extraer pequeñas cantidades de dinero sin que sea detectada la transacción.

Acoso:

Principalmente a través de las nuevas redes sociales y de comunicación, tanto en el ordenador como en dispositivos móviles, han aumentado las posibilidades de acosar y amenazar a una persona, ya sea amenaza física o de empleo de datos subidos a la red. Estos problemas pueden evitarse tomando como costumbre no subir archivos, fotografías, … que podamos considerar confidenciales o personales a sitios web en los que no podemos controlar quién tiene acceso a ellos y quién no.

Tráfico de vídeos e imágenes obscenos,incluyendo archivos en los que aparecen niños.

Tráfico de drogas:

El tráfico de drogas se ha visto también favorecido por la aparición de estos nuevos medios de comunicación porque facilitan el contacto y las transacciones monetarias, por lo que el tráfico ilegal, que además es mucho más difícil de detectar, es más sencillo.

Terrorismo virtual:

Podría considerarse terrorismo virtual todas las acciones encaminadas a la destrucción de datos de empresas de la competencia o países o partidos políticos contrarios.

Espionaje:

En el espionaje, incluimos acciones no autorizadas para obtener datos, ya sean llevadas a cabo por una intrusión y una brecha en el sistema de seguridad físicas (accediendo al edificio de una empresa, por ejemplo, y desde allí obteniendo los datos), o de forma remota y a través de Internet.


Además, como la informática evoluciona con una velocidad vertiginosa, muchos delitos quedan fuera del alcance de la ley, ya que ni siquiera están contemplados. Por ello, la ONU, mediante congresos y convenios, trata de unificar y promover la legislación a nivel internacional referida al ámbito de las nuevas tecnologías, Internet y los delitos que pudieren derivarse de su uso.



BIBLIOGRAFÍA:

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